jueves, 16 de septiembre de 2010

Mis Padres… Mis Miedos…y Yo


Querido diario recuerdo cuando mis padres y yo éramos tan felices… ellos me abrazaban, me contaban un cuento antes de dormir, jugábamos los domingos por la tarde en el parque, íbamos a comer, me decían cuanto me amaban mientras me hacían cientos de cosquillas en la panza y yo reía tanto hasta llorar, pero supongo que algo pasó que no debía pasar, algo que ellos no esperaban en el plan de vida que tenia para mi…ese algo que yo tampoco pude ignorar a medida que fui creciendo.
hoy por la tarde me puse a recordar aquella época en la que tenía apenas 13 años de vida, cuando estaba a punto de conocer el mundo a través de la experiencia…(si, esa misma que nos hace bajarnos de la nube, la que no hace que enfrentemos a la vida mientras explota, cada vez que puede, la frágil burbuja en la cual vivimos, todo para recordarnos que la vida no es perfecta)…ese día al llegar a mi casa, corrí a esconderme a mi habitación, al cerrar la puerta lagrimas comenzaron a salir de mis ojos como si estuviese dispuesto a inundar toda la casa. Confundido, defraudado, solitario y diferente me sentía mientras cubría mi rostro con mis manos, tratando de contener el llanto pero un nudo en la garganta me vencía y de nuevo me entregaba al dolor, sabía que tenía que aceptar esa realidad aunque tuviera todo el universo en mi contra y es que era tan inminente/real/ como que el sol existe, las nubes y el viento que acaricia mi rostro o podía hacerme el desentendido y comenzar a vivir una mentira por el resto de mi vida con tal de acomodarme a la vida perfecta que mis padres tenían pensado para mí para que encajara perfectamente en la sociedad.

Y es que cuando eres Gay y vives en una sociedad un poco cerrada/tradicional/ nadie quiere aceptar esa realidad y miran hacia otro lado, tus padres esperan que les digas que quieres ser doctor, abogado, ingeniero o cualquier otras cosa, pero lo que ellos no se esperan que les digas “mamá, papá soy gay” y la sonrisa de sus rostros se apague por completo.

Pero yo sigo siendo tu hijo, ayúdame, entiéndeme, aconséjame, acéptame pero no trates de cambiar lo que la naturaleza bellamente ha creado. Mi madre llorando me dijo que tenía un “mal espíritu” metido en mi cuerpo que hacía que me confundiera y que me apartaba del camino del bien…me mandó para una iglesia de esas extrañas que hacen tanta algarabía tratando de sacarme el demonio que tenia metido, mi padre por otro lado se hiso el desentendido y dejó de preguntarme si tenía novia, si me iba a casar, dejó de soñar con los nietos jugando en el jardín de la casa, dejó de abrazarme y hacerme cosquillas.

Recuerdo como mis padres estaban tan orgullo de mi, era su hijo perfecto, no daba problemas, sacaba las mejores calificaciones de mi grado, y cuando se las enseñaba lo bien que me había ido en el instituto/colegio él me decía “hijo mío que orgullo me haces sentirme” …”cuando te gradúes te voy a regalar un carro para que vayas a la universidad” …”me siento tan feliz”… yo lo abrazaba era inmensamente feliz y sentía que cada día debía ser el mejor hijo que ellos pudieran pedirle a la vida …pero hoy un par de años después esas palabras han quedado en el olvido, en mis recuerdos, sigo siendo el hijo que no da problemas y que saca las mejores calificaciones, pero no ha vuelto a decirme lo orgullosos que se sienten de mí, me dan ganas de abrazarlos y decirles que sigo siendo su hijo, el mismo que no ha dejado de hacer todo lo posible para que ellos sigan sintiéndose orgulloso de mi, que ser gay no me hace ser peor o mejor persona, ni diferente, ni un monstruo, solo tengo una preferencia sexual distinta.

Amo infinitamente a mis padres, ellos que han sido siempre mi principal apoyo en la vida y que me han inculcado sus valores y principios mismos que aun conservo, me han dado todo lo que les he pedido y nunca lo he defraudado, sólo que de vez en cuando me gustaría que ellos dejaran de darme cosas y me abrazaran fuertemente y me preguntaran sobre mis sueños, sobre mis metas, que me pregunten cuando les presentaré a mi novio, el hombre de mi vida que está por llegar a mi vida, sobre mis miedos, mis angustias, mis sentimientos.

Hay días que a media noche salgo a fumar (como lo hacia mi padre) mientras miro los estrellas me pongo a pensar sobre mi vida, sobre mi futuro mis planes y metas, he dejado de correr a encerrarme a llorar a mi habitación y esconder mis lágrimas en la almohada, pero aun no puedo evitar esconderme de mis miedos, frustraciones y fantasmas que tratan de someterme e impedirme ser feliz. Pero siempre estoy tratando de encontrar la forma de vencerlos/enfrentarlos, sé que eso sucederá a medida que vaya creciendo y mejorando mi persona cuando las experiencias de la vida me enseñen a través sus extrañas lecciones de aprendizaje. Únicamente espero no morir en el intento.

2 comentarios:

  1. Siento mucho que tus padres no te sigan tratando como antes, pero son ellos los que tienen un grave problema. Tú ya lo has dicho, ellos no quieren oírlo. Bueno... Aunque te pese, debes seguir queriéndoles, porque los que se arrepentirán algún día serán ellos.

    Un beso y ánimo ^^

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  2. muchas gracias por tu comentario y tus buenos deseos.
    me alegra mucho que te hayas dado una vuelta por mi blog...

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