Cuando por esas
casualidades de la vida visito un lugar del pasado, me sorprende ver a todos
mis amantes envejecidos, yo únicamente sonrío sabiendo que siendo el mismo
galante que un día les conquistó a todos.
Pero ahora
ellos ya no existen para mí, son solo recuerdos que algún día he de olvidar,
pero ellos aun me recuerdan, claro que lo hacen cuando están ocultos en las
sombras, cuando nadie les ve.
Ahí se esconden
y recuerdan las pasiones que creían habían olvidado, pero regresan cuando menos
lo esperas.
Yo he abandonar
nuevamente ese lugar, pues el camino me espera y mi máscara aun me acompaña.
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