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sábado, 13 de octubre de 2012

Amantes olvidados


Cuando por esas casualidades de la vida visito un lugar del pasado, me sorprende ver a todos mis amantes envejecidos, yo únicamente sonrío sabiendo que siendo el mismo galante que un día les conquistó a todos.

Pero ahora ellos ya no existen para mí, son solo recuerdos que algún día he de olvidar, pero ellos aun me recuerdan, claro que lo hacen cuando están ocultos en las sombras, cuando nadie les ve.

Ahí se esconden y recuerdan las pasiones que creían habían olvidado, pero regresan cuando menos lo esperas.

Yo he abandonar nuevamente ese lugar, pues el camino me espera y mi máscara aun me acompaña. 

viernes, 12 de octubre de 2012

Historias de Amores Platónicos


Siempre que le miraba me peguntaba que se sentaría tocar su cuerpo y sentir sus labios en mi piel. Mis emociones y pensamientos me mataban. La curiosidad era infinita.

Pero en el fondo sabía que era un sueño imposible. Yo nunca creería jamás en los amores platónicos, y me negaba ciegamente a creer que ese doctor que se sentaba a tomar café solo en una mesa podría ser al fin mi primer amor platónico, eso quizás era imposible.

Yo pasaba de lejos y le observaba mientras seguía mi camino… y soñaba.

Pero un día me detuve a comprar un café, el lugar estaba repleto, le miré y me invitó a compartir la mesa, mientras me dirigía hacia él  nuevamente pensaba si ese momento que tanto había soñado al fin se cumpliría, o era una historia que mi cabeza estaba inventando todo era posible en el nuevo mundo moderno, me parecieron interminables los segundos que tardé,  al fin pude sentarme y poner mi café sobre la mesa, levanté mi mirada y ahí estaba él mirándome con una sonrisa, si era la misma imagen de mis locos sueños pasados.

Devolví la sonrisa con un saludo, hermosa la tarde intenté susurrarle al oído. . . 

lunes, 8 de noviembre de 2010

Vivir de recuerdos...NO!


Una fotografía de nosotros. Ahora veo lo que éramos cuando estábamos juntos. Dos personas que se amaban como nadie en este mundo pudiese comprender, o al menos así está grabado en mi cabeza. Quizá desperdicie mi tiempo una vez más encarcelándote en mis recuerdos, pero la verdad esta noche tengo ganas de ser masoquista y permitir que mis recuerdos junto a ti lastimen muy fuerte nuevamente, no los cambiaría por nada de mundo, y aunque sé que no volverás a mi vida, posees un sitio muy especial en mi corazón y que me hace recordarte con cariño.

Quisiera gritarte que vuelvas a mi lado, sin embargo mi orgullo y yo ya no lo permitimos, nos has cambiado nada, tampoco lo harás. Y seremos buenos amigos, cuando te vea evitare que susurres en mi oreja, te diré que la vida debe de continuar, como debe de ser, tú con tu vida, y yo intentando conseguirme una propia, pero quiero una vida real y no inventada, de esas ya sobran demasiadas en mi cabeza. Te voy a extrañar cuando este lejos, supongo que es naturaleza humana. Tendrás otros amores que me alejaran de tu memoria, yo te mantengo vivo en mis recuerdos y ahí estas muy seguro.

Ahora todo está muy claro para mí. Me acuesto por las noches totalmente cansado, rendido y agobiado por la presión del día a día. Si así es, mi amante en mis brazos y permito que me abrace, sé que cuando despierte por la mañana él no estará más a mi lado.

Aunque he guardado muy bien la fotografía, esta ahí seguirá escondida entre mis cosas viejas, y cuando la encuentre por casualidad, se convertirá de nuevo en una fábrica de viejos momentos que aun se encuentran intactos en ella, el tiempo se detendrá para que yo los aprecie nuevamente. Sé muy bien que lo que tengo ahora en mi presente no es tan perfecto o no es como lo he soñado, pero es mi realidad y prefiero eso antes que vivir aferrado de recuerdos pasados. Así todo está en si sitio.

Hay días que me gusta gastar el tiempo imaginando historias, en las cuales yo soy el personaje principal, el que sonríe mientras obtiene el tan ansiado final feliz, pero la vida no garantiza finales felices y trato de controlarme, aunque el riesgo de lanzarme a vivir esos sueños ahora se ven muy distantes, prefiero dejarlos morir con cada pedazo de realidad que pasa frente a mis ojos, sobre mi cabeza la luz me hace recordar que hoy tengo mucho tiempo más para soñar y me quedo en ese rinconcito de mi habitación, puedes encontrarme en la frontera de la locura, no te diré como llegar. Solo espero que tengas un poco de tiempo para mí.

viernes, 16 de julio de 2010

Viejos amores que vuelven…

Siempre que terminamos una relación, o en el peor de los casos alguien termina con nosotros, llevamos en nuestra mente ese deseo no verlo nunca más, en mi caso personal trato de borrar todo aquello que me recuerde a esa persona, pero siempre llevo en lo más profundo ese miedo inevitable de verlo de nuevo con otra persona en una nueva relación antes que de que yo inicie una, y enseguida pienso en como su vida ha seguido y parece que ha logrado comenzar una nueva relación, mientras que yo aun llevo esos terribles recuerdos esperando que el tiempo logre borrarlos algún día para poder entregarme de nuevo, todo eso se me viene a la mente cuando quizá la relación acaba de terminar, no acostumbro pensar que algo mejor vendrá, aunque eso casi siempre es así, pero ¿que llega a pasar cuando esos viejos amores vuelven luego de que ha pasado mucho tiempo y más aun cuando tu ya has superado esa herida profunda que te dejó su partida?

Esa fue la pregunta que me hice el otro día cuando por esas extrañas sorpresas que te da el destino y te junta con ese antiguo amor que ya había olvidado por completo, bueno al menos eso pensaba en mi mente inocente, y ahí lo tenia de frente venia caminado y no pude hacer nada por evitarlo, no pude cambiar de rumbo, no pude hacerme “el loco”, no nada pude hacer para evitar enfrentar ese momento que había evadido por tanto tiempo, y que en el fondo lo deseaba pero me hubiera gustado estar preparado, pero pocas veces la vida te da esa ventaja de prepararte para eventos inesperados y catastróficos.

Simulé mi mejor sonrisa, oculte lo más que pude mi cara de sorprendido, y avente mi terrible miedo al jugar más profundo de mente, y una sola palabra salió de mi boca…”hola” después de un rato de conversar con él y luego de asimilar esa terrible sorpresa nos fuimos al lugar donde venden el vicio que aun compartíamos… (Vicios terribles que poco a poco estoy dejando), y ahí nos encontrábamos tomándonos un café y degustando un cigarrillo de esos suaves que por cierto con la excusa que son suaves y hacen menos daño tiendo a fumar un poco más, luego de más de un año de no vernos nos poníamos al tanto de nuestras vidas, de nuestros logros de nuestros nuevos amores y nuevas vidas que habían seguido tras nuestras separación.

Luego de más de una hora del “gran reencuentro” olvidé todo mi nerviosismo/miedos y me deje llevar por la fluidez de la plática y comencé a disfrutar el ya no tan incomodo momento, lo miraba un poco distinto, pero todavía tenía “ese no sé qué” que me enamoré desde la primera vez que lo miré, y claro está los años no pasan en vano y estos ya se comenzaban a reflejar en su rostro,…me preguntaba si su esencia aun seria la misma. Cuando terminó la plática, cada uno volvió a su camino… no sin antes intercambiar nuestros números de teléfono con la excusa de darnos una llamada de vez en cuando…

En el camino pensaba si tenía novio, si ya era feliz con otro persona, si aun me miraba atractivo y quizá me deseaba o si aun me llevaba en su álbum de recuerdos…en fin tantas preguntas quedarían sin respuesta hasta volvernos a ver. Ya por la noche en mi casa un poco más cómodo y ligero de ropa recostado en mi cama comencé de nuevo a navegar por el inmenso mar de recuerdo que aquella platica trajo a mí cabeza, pensaba en todos los bellos momentos que habíamos pasado juntos, las interminables noches que hacíamos el amor hasta quedar exhaustos de placer, el sabor de sus labios venia a mi boca, la sensación de que me abrasaba fuerte mientras nuestras pieles desnudas se fundían en un solo ser…inevitablemente aquella noche entre mis sabanas daba vueltas mientras entre mis piernas grité su nombre seguido de un gran suspiro.

lunes, 12 de julio de 2010

¿Accesorio de decoración?


Recuerdo perfectamente la primera vez que odie mi belleza. Jamás pensé que llegara a decir algo así, se me hace difícil llegar a aceptarlo, ya que muy en el fondo todos sabemos que la belleza física nos facilita mucho la vida, se nos hace más fácil hallar trabajo, encuentras más rápido el amor o si tu lo quieres llevas una vida sexual muy activa por no decir coges a cada rato…esto me recuerda la ves que andaba con un amigo es pues no es muy agraciado que digamos y fallas un poco extravagantes, andábamos en un centro comercial y en una vitrina miramos algo que nos llamó la atención y decidimos entrar a la tienda…entro primero y yo juraba que mi amigo venia atrás de mi, resulta que no lo habían dejado entrar porque “su apariencia no era adecuada” dijo el guardia de la entrada, yo no lo podía creer, en fin nos fuimos de ahí jurando nunca más volver, y hasta el día de hoy lo hemos cumplido. Caminando me fui pensando en lo que había ocurrido y a mis adentros sonreí di gracias por ser bello y tener siempre las puertas abiertas.

Lo que me puso a pesar y pensar, por cierto siempre he dicho que pienso más de lo que hablo, y jamás se me llego a cruzar por la mente que la única razón por la cual muchos de mis amantes están o han estado a mi lado es precisamente por esa razón, porque soy bello, lo cual me resulta un gran insulto a mi inteligencia, ya que toda mi vida me he graduado con honores en todos los niveles de educación por los cuales he pasado y se que así seguiré, ya que siempre me gusta ser el mejor en lo que hago y disfruto haciéndolo, es por eso que soy bien selectivo con las personas que me rodean, desde mi círculo de amigos, que por cierto no es muy grande, hasta mis amantes, siempre me gustan que sean personas exitosas en el sentido de que han logrado algo en sus vidas, personas que tienen metas y sueños, la verdad es que no busco belleza cuando decido conocer a alguien, pero ¿qué es lo que ven ellos en mi?

Y fue cuando me hice esa pregunta que me comencé a preocupar mucho más…y llegué a la conclusión de que la mayoría de personas con las cuales me relaciono (personas que tengo sexo/personas que tengo afecto rosando al amor) todas o la mayoría están con migo porque soy bello?, y si yo fuera feo, será que yo no tendría tanto sexo como lo tengo ahora? o seguramente todo me resultaría un poco más difícil, o seguramente no estaría rodeado de estas personas, estaría rodeado de otro tipo de personas, o quizá simplemente seria uno más de la lista de otra persona bella que me llamaría únicamente cuando le diera la gana tal como yo lo hago?, será que poco a poco me he convertido en un ser horrible por la forma en la cual trato a las personas que me rodean?, no creo, en todo caso los seres horribles y vanidosos son ellos que están conmigo únicamente porque soy lindo/joven dejando por fuera otros aspectos más profundos como que soy culto/educado/cariñoso/benevolente.

Con todo este tema en la cabeza me encontraba el otro día en la casa de uno de los hombres con cual me fascina estar y ahora les cuento porque, pues es el hombre más bello con el que he estado (tiendo a decir eso de todos los hombres bellos), tiene esa pinta extranjera que me fascina, ojos azules, blanco, alto, tiene una maestría y todo eso … por ultimo un factor interesante…tiene mucho dinero lo cual le permite pagar todos los lujos por los cuales se encuentra rodeado, el dinero no es muy importante para mí, pero te da ese tipo de seguridad que solo un hombre rico te puede dar, bueno mientras él se daba una ducha yo me fumaba un cigarrillo recostado en un hermoso y confortable sillón en la sala de estar junto sus bellos perritos que me miraban atentos con si yo les fuera a dar comida o jugar con ellos (los perros no son mis mascotas favoritas), que por cierto uno está algo enfermo, y justo ahí me puse a pensar será posible que para este hombre solo soy un hermoso y exquisito accesorio más que complementa todo su entorno?, ya que todo lo que él tiene es bello, es costoso, obras de arte en la pared, sillones de cuero, un televisor que me atrevo a decir que es más grande que mi, y fue en ese momento que llegué a sentirme un simple accesorio de decoración mas para ese hombre, mientras tanto él salió del baño y miro mi carita triste y me dijo con acento gringo “alguien tan bello no debería estar triste, vamos te llevaré de compras para que tú te sientas mejor”

Pues así de cruda era mi realidad, solo soy un accesorio mas para él, y lo más increíble es que sabiendo todo eso aun seguimos viéndonos, sus lujos me deslumbran pero lo que más me asusta es ese poder que tiene sobre mí, y yo que no hago nada por cambiar las cosas, pero soy joven y hay muchas cosas que aun no he aprendido a cambiar, bueno pensándolo bien quien tiene que madurar soy yo y quizá cambiar el tipo de hombres con los cuales me acuesto, o acaso será que sin darme cuenta ¿me gusta que me traten como un accesorio de decoración?, algo que debo tener en cuenta que todo personas/cosas tienen su momento y cuando algo se pone viejo y feo simplemente te desechan como un adorno que se rompe, creo que comenzaré a cultivar un poco mas mi espíritu y a equilibrar mis energías y pensamientos.

¡La primera vez que me rompieron el corazón!

Aun lo recuerdo, como si fuera ayer, lo más extraño es que fue hace más de un año, bueno hace 22 meses, una semana y tres días…que terrible.

No sé si es porque fue la primera vez que me rompieron el corazón o por que la relación fue más intensa que pensé que he experimentado en mi vida y que nunca el final llegaría…lo acepto, ¡Que iluso soy! Tenía para ese entonces 17 años, en mi plena y bella juventud. Que por cierto yo debería estar pensando para ese entonces estar acostándome con hombres bellos, señores elegantes, que siempre andan buscando carne fresca para devorar. Pero no… ¡yo me enamoré!

Y me enamore tan ciegamente de alguien mayor 10 años que mí. Es una gran casualidad que mi padre también le lleva esa misma edad a mi madre! Y yo decía. “¡Oh los astros quieren que la historia se repita!” Y suspiraba cada noche al abrazar la almohada, luego de escuchar su voz. Oh que voz! Decía a mis adentros!...el amor nos lleva a un extraño estado en donde vemos todo bello, vemos bello a nuestro hombre, borramos totalmente todos sus defectos y los volvemos perfectos a nuestros ojos. Bien dicen que es muy pero muy tentador ver lo que nosotros queremos y no ver la realidad.

No entrare en detalles sobre la relación…ya sabrán a los 17 años y como lo dije anteriormente, todo era bello para mi, sin problemas en el colegio, la relación mis padres estaba de lo mejor, bueno al menos no daban señales de lo contrario, yo tenía el hombre que siempre quise, el que siempre me gusto, al que un par de veces le robé un beso mientras el tenia otro novio. El beso prohibido…bueno fueron varios y en diferentes ocasiones que nos quedábamos solos, ya saben… esas grandes casualidades de la vida y en las uno nada tiene que ver.

Llevábamos cerca de dos años de conocernos, y una tarde junio el destinos nos volvió a unir en un café, donde yo había ido a parar para refrescarme un poco después de un inesperado asalto, la cuidad y sus interminables peligros, y ahí estaba el, sentado, magnifico, bello…y con otro hombre...Tengo que admitirlo, se me borró la sonrisa cuando lo mire acompañado. Fui a saludarlo a su mesa, por cortesía claro, luego compre mi café, y me senté en una mesa cercana a tomar mi café. Luego de un rato su acompañante se fue, y él se dirigió a mi mesa, yo estaba más nervioso que nunca, claro trate en no demostrarlo, para no hacerles el cuento largo se sentó conmigo platicamos y una semana después ya éramos novios, habíamos hecho el amor tres veces y la primera vez que estuvimos juntos, y durante ese tiempo me atrevo a decir que tuve más sexo con él, que con todos los hombres con los que me había acostado en mi vida…les recuerdo que a los 17 años no tenía mucho camino recorrido, pero no era precisamente un novato en los asuntos sexuales.

En lo que si era todo un novato. Virgen e inocente. Y totalmente un terreno a mis experiencias era en el amor. Oh si el amor, nunca en mi vida me había enamorado. Hasta el momento lo único que había hecho era tener sexo, mucho sexo, a veces del bueno, otro ocasiones no tanto. La situación es que una semana después de andar con él. El dijo esa terrible palabra que vino a estremecer mi mundo…mientras hacíamos el amor apasionadamente, susurro en mi oído…”te amo”

En el momento no dije nada ni pensé nada...Ya luego cuando nos fumábamos el típico cigarrillo después de tener sexo…mi mente comenzó a volar a aquel momento en el cual el dijo esas palabras, y un millón de pregunta vinieron a mi cabeza ¿EL me ama enserio?, ¿Qué es el amor?, ¿yo debo decirlo también? ¿Por qué lo dijo? ¿Qué pensará en este momento al ver que yo tampoco no se lo dije? A así hasta que terminé de fumar el cigarro, nos dimos el beso de buenas noches y abrazados sentí trasladarme nuevamente al cielo, como ocurría siempre que me quedaba con él. Claro después de inventar cientos de miles de excusas en mi casa para podes dormir fuera del hogar, como siempre, yo me salía con la mía.

Y así pasaron los días las semanas y los meses, hasta que un día yo también dije esa mágica palabra…”te Amo”…bueno nos sé si es mágica, pero a todos nos gusta escucharla si proviene de esa persona a quien también amamos, aunque a veces da un poco de miedo ya que bien lo dice Santa Shakira “solo la ilusión trae desilusión”.

Recuerdo una tarde después de almorzar juntos y el respectivo café con su cigarrito como digestivo, me fue a dejar a mi casa, nos despedimos con un beso y con una sonrisa se despidió nuevamente de mí, me baje del carro y corrí a mi universo personal como le llamo, pero que todos le llaman un desastre de habitación. Y mientras yo acostado en mi cama pensaba en lo feliz que era, en lo bello y generoso que era el universo conmigo, y decidí llamarlo, para saludarlo y decirle. “te amo mi amorsote bello”…pero sorpresa, el teléfono ya estaba apagado.

Y siguió apagado durante todo el fin de semana, mi mente trataba de encontrar cualquier excusa que justificara ese teléfono apagado y su notable ausencia… ¿Seguramente lo asaltaron?, el teléfono se le arruino cuando seguramente su carro choco con otro distraído conductor, a lo mejor está en el hospital inconsciente o en estado de coma, seguramente me tiene preparada una gran sorpresa, o quiere distanciarse un poco para extrañarme más y cuando nos volvamos a ver va a ser muy intenso y especial,… y así pasaba yo horas y horas haciendo historias triste y trágicas que justificaban la razón por la cual había desparecido, estaba convencido que el lunes iba a llamarme, me levanté temprano me fui al colegio, revisaba el teléfono, no me lo despegaba de la mano, cada vez que ese teléfono vibraba o alguien me llamaba, mi corazón se detenía y se ilusionaba por un instante…seguido por una larga destilación…él nunca llamó. Vino el martes, el miércoles, jueves y viernes…de bueno estaba seguro que el sábado aparecería de su viaje inesperado del trabajo y por esa razón no había podido avisarme que se iba por una semana del país.

Pero el no daba señales de vida, y fue entonces que comencé a preocuparme seriamente, a lo mejor algo terrible le había ocurrido y yo tranquilamente me había sentado a esperar que el me llamara, que actitud tan pasiva dije yo pensando y pensando y ya con un terrible remordimiento que no me dejaba tranquilo. Y entonces hice lo que debía haber hecho hacia una semana...llamé a su mejor amigo, quien tampoco me contesto mi llamada, pero le dejé un correo de vos diciéndole “que casualmente le hablaba para saludarlo”. Su mejor amigo devolvió mi llamada por la noche y aun recuerdo sus horrorosas palabras, yo había pasado la más terrible y ansiosa semana de mi vida pensando e imaginando un millón de historias trágicas y mí querido novio se la había pasado de lo más bello y tranquilo en plena luna de miel de reconciliación con su ex novio…

Lloré, lloré y lloré tendido en mi cama toda la noche hasta quedarme dormido, y aun dormido seguía llorando… al día siguiente mis padres no pudieron hacerme ir al colegio, ni salir de mi habitación, mientras yo adentro no salía del terrible “shock” emocional, no lo creía, simplemente no lo creía, pensaba y pensaba, y trataba de recordar cualquier señal, cualquier detalle, pero no, no había ningún indicio que me hubiera alertado sobre que esa espantosa situación iba a ocurrir, reviví en mi cabeza cada momento que pasamos juntos durante toda nuestra relación, pero no encontraba nada, nada, nada solo veía su bella sonrisa cuando siempre se despedía de mi. Y ahí recordé esa terrible situación que nos ocurre cuando estamos enamorados, simplemente dejamos que nuestros ojos vean lo que nosotros queremos ver, no vemos la realidad, cosa que yo pensaba que vivía cada día, pero cada día solo vivía, sentía, veía, y escuchaba lo que yo quería.

Recuerdo que por semanas me encerraba en mi universo a escuchar música corta-venas, mientras tapaba todas ranuras por donde entraba la luz a escuras me ponía a recordar esos bellos momentos que yo había vivido, y que al final de todo eran míos esos momentos y nadie me los podía quitar, solo el olvido claro está. Otros días me torturaba viendo nuestras fotos, el cuales salíamos riendo y jugando entre nosotros, en nuestro mundo no existía nadie más que el puro amor que sentíamos. Yo las veía con una sonrisa fingida y una lágrima que me recorría las mejías hasta desaparecer en mi cuello y mi garganta se hacia un nudo tratando de evitar no caer en llanto. Un cigarro tras otro me ayudaba a controlar mi terrible ansiedad. Jamás en mi vida había experimentado en mi cuerpo el significado de eso que muchos llaman el mal de amores.