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viernes, 12 de octubre de 2012

Historias de Amores Platónicos


Siempre que le miraba me peguntaba que se sentaría tocar su cuerpo y sentir sus labios en mi piel. Mis emociones y pensamientos me mataban. La curiosidad era infinita.

Pero en el fondo sabía que era un sueño imposible. Yo nunca creería jamás en los amores platónicos, y me negaba ciegamente a creer que ese doctor que se sentaba a tomar café solo en una mesa podría ser al fin mi primer amor platónico, eso quizás era imposible.

Yo pasaba de lejos y le observaba mientras seguía mi camino… y soñaba.

Pero un día me detuve a comprar un café, el lugar estaba repleto, le miré y me invitó a compartir la mesa, mientras me dirigía hacia él  nuevamente pensaba si ese momento que tanto había soñado al fin se cumpliría, o era una historia que mi cabeza estaba inventando todo era posible en el nuevo mundo moderno, me parecieron interminables los segundos que tardé,  al fin pude sentarme y poner mi café sobre la mesa, levanté mi mirada y ahí estaba él mirándome con una sonrisa, si era la misma imagen de mis locos sueños pasados.

Devolví la sonrisa con un saludo, hermosa la tarde intenté susurrarle al oído. . . 

viernes, 12 de noviembre de 2010

Las mujeres que amaban a las mujeres

Había una vez un planeta en donde las mujeres amaban a las mujeres, el amor podía verse en sus rostros, y sus almas siempre puras jamás lloraron ni conocieron el dolor...

Por que perdonar no era tan difícil ni imposible y la suciedad no era sociedad…. Por favor mi amor hazme creer, ciérrame la boca y dime que existes le susurraba ella al oído de su amada que se encontraba extasiada y con su cuerpo desnudo.

El universo apartó de sus vidas todas las dudas y miedos que fueron acumulando en el pasado, pero ahora estaban juntas una de la otra. Y podían tocarse sin pudor ni temor, sus besos no eran prohibidos, ni las caricias se daban a escondidas.

Sus infinitos juegos bajos las sabanas estaban llenos de lujuria y el cielo bajaba cada noche hasta la habitación y explotaba junto a las mujeres que amaban a las mujeres.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

El gato que ríe de último, se muere.


Nueve de los diez gatos de mi casa estaban tristes pues tenían hambre, ya que días atrás se habían comido todos los ratones que había en la casa. Sin embargo uno de los diez gatos no podía parar de reír. Las carcajadas salían de su boca como si fueran una fuente o un manantial abundante e inagotable. Los 9 gatos tristes pensaron que este se estaba burlando de ellos y comenzaron a apagar sus risas con miradas hirientes, palabras perversas, espaldas afiladas y garras enloquecidas.

Mi amigo y yo


Somos tan diferentes, pero al mismo tiempo somos muy unidos, por las noches nos llamamos para contarnos nuestras penas y glorias del día. Aunque él se pasa lamentando su virginidad esperando al amor de sus sueños, un día mi amigo se convirtió en una piedra, aunque camina, siente, pero no ama, y si bien me da miedo que me convierta en una piedra también, sigo siendo su amigo.

El reloj que no daba la hora.


¡Se ha detenido el tiempo! grité al ver que no avanzaban las manecillas del reloj que colgaba sobre mi techo. y lejos de preocuparme, me alegré y salí a ver al mundo aprovechando que se había detenido mientras yo avanzaba a través de él, mi colección de corazones rotos ahora estaban reparados y no eran tan pesados como antes, el viento ya no soplaba en mi rostro. Quería viajar entre las nubes, desnudo y sin miedos, pues el tiempo se ha detenido y mi viaje imposible recién acababa de comenzar.

martes, 17 de agosto de 2010

1 El Momento

Un largo suspiro me acompañó en el mágico momento luego de verte pasando frente a mi ignorándome y borrándome de tu mundo mientras el tiempo congelado en mi mente capturaba el momento y yo egoísta lo guardé solo para mí.
Y quedo marcado en mi cabeza la sonrisa que no me diste y el adiós que callaste, cuando frente a mi pasaste, y ese instante comprendí que lo que nunca comenzó jamás terminaría.
Un sueño nada más

2 El llanto

Luego cantaría eternamente de frente a su ventana mirando hacia la luna, y su madre amigos y conocidos tratarán de hacerlo dormir antes que la media noche lo encuentre solo triste y vencido, él ignorara los ignorará unas vez más cantando más fuerte, pero él está descansando bajo la tierra y desde ahí ya no escuchará su amargo llanto.