lunes, 12 de julio de 2010

¡La primera vez que me rompieron el corazón!

Aun lo recuerdo, como si fuera ayer, lo más extraño es que fue hace más de un año, bueno hace 22 meses, una semana y tres días…que terrible.

No sé si es porque fue la primera vez que me rompieron el corazón o por que la relación fue más intensa que pensé que he experimentado en mi vida y que nunca el final llegaría…lo acepto, ¡Que iluso soy! Tenía para ese entonces 17 años, en mi plena y bella juventud. Que por cierto yo debería estar pensando para ese entonces estar acostándome con hombres bellos, señores elegantes, que siempre andan buscando carne fresca para devorar. Pero no… ¡yo me enamoré!

Y me enamore tan ciegamente de alguien mayor 10 años que mí. Es una gran casualidad que mi padre también le lleva esa misma edad a mi madre! Y yo decía. “¡Oh los astros quieren que la historia se repita!” Y suspiraba cada noche al abrazar la almohada, luego de escuchar su voz. Oh que voz! Decía a mis adentros!...el amor nos lleva a un extraño estado en donde vemos todo bello, vemos bello a nuestro hombre, borramos totalmente todos sus defectos y los volvemos perfectos a nuestros ojos. Bien dicen que es muy pero muy tentador ver lo que nosotros queremos y no ver la realidad.

No entrare en detalles sobre la relación…ya sabrán a los 17 años y como lo dije anteriormente, todo era bello para mi, sin problemas en el colegio, la relación mis padres estaba de lo mejor, bueno al menos no daban señales de lo contrario, yo tenía el hombre que siempre quise, el que siempre me gusto, al que un par de veces le robé un beso mientras el tenia otro novio. El beso prohibido…bueno fueron varios y en diferentes ocasiones que nos quedábamos solos, ya saben… esas grandes casualidades de la vida y en las uno nada tiene que ver.

Llevábamos cerca de dos años de conocernos, y una tarde junio el destinos nos volvió a unir en un café, donde yo había ido a parar para refrescarme un poco después de un inesperado asalto, la cuidad y sus interminables peligros, y ahí estaba el, sentado, magnifico, bello…y con otro hombre...Tengo que admitirlo, se me borró la sonrisa cuando lo mire acompañado. Fui a saludarlo a su mesa, por cortesía claro, luego compre mi café, y me senté en una mesa cercana a tomar mi café. Luego de un rato su acompañante se fue, y él se dirigió a mi mesa, yo estaba más nervioso que nunca, claro trate en no demostrarlo, para no hacerles el cuento largo se sentó conmigo platicamos y una semana después ya éramos novios, habíamos hecho el amor tres veces y la primera vez que estuvimos juntos, y durante ese tiempo me atrevo a decir que tuve más sexo con él, que con todos los hombres con los que me había acostado en mi vida…les recuerdo que a los 17 años no tenía mucho camino recorrido, pero no era precisamente un novato en los asuntos sexuales.

En lo que si era todo un novato. Virgen e inocente. Y totalmente un terreno a mis experiencias era en el amor. Oh si el amor, nunca en mi vida me había enamorado. Hasta el momento lo único que había hecho era tener sexo, mucho sexo, a veces del bueno, otro ocasiones no tanto. La situación es que una semana después de andar con él. El dijo esa terrible palabra que vino a estremecer mi mundo…mientras hacíamos el amor apasionadamente, susurro en mi oído…”te amo”

En el momento no dije nada ni pensé nada...Ya luego cuando nos fumábamos el típico cigarrillo después de tener sexo…mi mente comenzó a volar a aquel momento en el cual el dijo esas palabras, y un millón de pregunta vinieron a mi cabeza ¿EL me ama enserio?, ¿Qué es el amor?, ¿yo debo decirlo también? ¿Por qué lo dijo? ¿Qué pensará en este momento al ver que yo tampoco no se lo dije? A así hasta que terminé de fumar el cigarro, nos dimos el beso de buenas noches y abrazados sentí trasladarme nuevamente al cielo, como ocurría siempre que me quedaba con él. Claro después de inventar cientos de miles de excusas en mi casa para podes dormir fuera del hogar, como siempre, yo me salía con la mía.

Y así pasaron los días las semanas y los meses, hasta que un día yo también dije esa mágica palabra…”te Amo”…bueno nos sé si es mágica, pero a todos nos gusta escucharla si proviene de esa persona a quien también amamos, aunque a veces da un poco de miedo ya que bien lo dice Santa Shakira “solo la ilusión trae desilusión”.

Recuerdo una tarde después de almorzar juntos y el respectivo café con su cigarrito como digestivo, me fue a dejar a mi casa, nos despedimos con un beso y con una sonrisa se despidió nuevamente de mí, me baje del carro y corrí a mi universo personal como le llamo, pero que todos le llaman un desastre de habitación. Y mientras yo acostado en mi cama pensaba en lo feliz que era, en lo bello y generoso que era el universo conmigo, y decidí llamarlo, para saludarlo y decirle. “te amo mi amorsote bello”…pero sorpresa, el teléfono ya estaba apagado.

Y siguió apagado durante todo el fin de semana, mi mente trataba de encontrar cualquier excusa que justificara ese teléfono apagado y su notable ausencia… ¿Seguramente lo asaltaron?, el teléfono se le arruino cuando seguramente su carro choco con otro distraído conductor, a lo mejor está en el hospital inconsciente o en estado de coma, seguramente me tiene preparada una gran sorpresa, o quiere distanciarse un poco para extrañarme más y cuando nos volvamos a ver va a ser muy intenso y especial,… y así pasaba yo horas y horas haciendo historias triste y trágicas que justificaban la razón por la cual había desparecido, estaba convencido que el lunes iba a llamarme, me levanté temprano me fui al colegio, revisaba el teléfono, no me lo despegaba de la mano, cada vez que ese teléfono vibraba o alguien me llamaba, mi corazón se detenía y se ilusionaba por un instante…seguido por una larga destilación…él nunca llamó. Vino el martes, el miércoles, jueves y viernes…de bueno estaba seguro que el sábado aparecería de su viaje inesperado del trabajo y por esa razón no había podido avisarme que se iba por una semana del país.

Pero el no daba señales de vida, y fue entonces que comencé a preocuparme seriamente, a lo mejor algo terrible le había ocurrido y yo tranquilamente me había sentado a esperar que el me llamara, que actitud tan pasiva dije yo pensando y pensando y ya con un terrible remordimiento que no me dejaba tranquilo. Y entonces hice lo que debía haber hecho hacia una semana...llamé a su mejor amigo, quien tampoco me contesto mi llamada, pero le dejé un correo de vos diciéndole “que casualmente le hablaba para saludarlo”. Su mejor amigo devolvió mi llamada por la noche y aun recuerdo sus horrorosas palabras, yo había pasado la más terrible y ansiosa semana de mi vida pensando e imaginando un millón de historias trágicas y mí querido novio se la había pasado de lo más bello y tranquilo en plena luna de miel de reconciliación con su ex novio…

Lloré, lloré y lloré tendido en mi cama toda la noche hasta quedarme dormido, y aun dormido seguía llorando… al día siguiente mis padres no pudieron hacerme ir al colegio, ni salir de mi habitación, mientras yo adentro no salía del terrible “shock” emocional, no lo creía, simplemente no lo creía, pensaba y pensaba, y trataba de recordar cualquier señal, cualquier detalle, pero no, no había ningún indicio que me hubiera alertado sobre que esa espantosa situación iba a ocurrir, reviví en mi cabeza cada momento que pasamos juntos durante toda nuestra relación, pero no encontraba nada, nada, nada solo veía su bella sonrisa cuando siempre se despedía de mi. Y ahí recordé esa terrible situación que nos ocurre cuando estamos enamorados, simplemente dejamos que nuestros ojos vean lo que nosotros queremos ver, no vemos la realidad, cosa que yo pensaba que vivía cada día, pero cada día solo vivía, sentía, veía, y escuchaba lo que yo quería.

Recuerdo que por semanas me encerraba en mi universo a escuchar música corta-venas, mientras tapaba todas ranuras por donde entraba la luz a escuras me ponía a recordar esos bellos momentos que yo había vivido, y que al final de todo eran míos esos momentos y nadie me los podía quitar, solo el olvido claro está. Otros días me torturaba viendo nuestras fotos, el cuales salíamos riendo y jugando entre nosotros, en nuestro mundo no existía nadie más que el puro amor que sentíamos. Yo las veía con una sonrisa fingida y una lágrima que me recorría las mejías hasta desaparecer en mi cuello y mi garganta se hacia un nudo tratando de evitar no caer en llanto. Un cigarro tras otro me ayudaba a controlar mi terrible ansiedad. Jamás en mi vida había experimentado en mi cuerpo el significado de eso que muchos llaman el mal de amores.

5 comentarios:

  1. tssss
    Borra todas las fotos en donde el se vea sexy y tu te veas feliz jeje
    Estamos condenados a recuperarnos de las heridas...y jamás hay que tener expectativas, bueno eso digo yo, aun que es muy fácil decirlo ¿no?

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  2. si la verdad que borre todas las fotografías!!! pero hace una semana ordenando dos datos de mis computadora encontré una donde salíamos abrazados y muy felices, pero ya es algo que he superado!!! bueno eso creo yo!!!!

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  3. jajaja pues no se olvida pero se pasa no?¿
    eso tambien digo yo xD
    pero es medio dificil de aplicar jaja

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  4. Tenía el un sentimiento oculto x alguien y no lo sabias !!!! Solo hasta q te dejan de un lado es que te das cuenta.

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